martes, 12 de febrero de 2013

LOS HERMANOS


"(...)Esta vez tenía que haber sido igual, pero el golpe por la espalda, que apenas sintió, fue un golpe de odio, el que produce esa fuerza brutal que arranca el alma en un grito desgarrador, la que hace sonreír histriónicamente, victorioso, hasta desgajarse de la cara un gesto terrible, inhalando un aire que devuelve la vida, como si hasta ahora, Artemi, hubiese estado muerto.
 Los pensamientos de Taré no tuvieron tiempo de fluir, solo pudo percatarse del color verde del mar embravecido que lo acogió. Su cuerpo, que se retorcía en el aire sin encontrar el equilibrio, impactó en el agua. Eso fue lo último que logró ver Artemi después de empujar a Taré desde el acantilado y antes de que una gran ola espumosa, bramando con fuerza, como si estuviera llena de rabia, y de cuya cabellera salía una cresta efervescente, le arrebatara a su hermano de su vista para siempre. Por más que buscó oteando toda la costa no halló el cuerpo de su hermano. Después de un buen rato, extrañado y preocupado al no encontrarlo, su rostro se fue iluminando al comprender que se había ahogado(...)"

2 comentarios:

  1. Intenso, muy intenso. Se palpa la violencia, se puede oler el mar y notar el gusto salado del agua y la sangre.

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  2. Uf, miedo me das, Ana. Cuando hueles la sangre te sale la terribilitat joyanesca inevitablemente.

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